Empezar comentándole a nuestro apreciado Avanzadillas, que sabemos que está mejor y que te deseamos una pronta recuperación, todos te echamos mucho de menos. Te aseguro que las caminatas no son lo mismo, no hay color hombre, ni por asomo, aunque otros lo intenten, no consiguen llevarnos por el buen camino. Es más te repito que te echamos muchíssssssimo de menos, lee y veras. Desde el Blog te enviamos muchos besos y abrazos para ti y para la que hemos nombrado como nuestra cónsul, a la que también echamos de menos.
Esta ruta parte del casco de Santa Lucía. El principio del recorrido es compartido por dos rutas diferentes que se bifurcan volviéndose a unir en el final del trayecto. La Fortaleza - El Ingenio. Está publicada en http://www.santaluciarural.com, aunque no hizo falta leer mucho porque estaba muy bien señalizada.
La pequeña aventura empezó justo cuando encontramos la bifurcación de los dos caminos y decidimos, (decidió el Guía) coger el del Ingenio, aquí se acabo la señalización o nunca más se pudo ver debido a la vegetación, pero como la publicación decía que bajáramos al fondo del barranco, y existía un sedero empedrado medio conservado, pues nosotros bajamos al fondo. También deciros que no incitaron a bajar, las voces de alguien que nos veía, (nosotros al principio no veíamos a nadie) y nos decía que siguiéramos. Aquí nuestra primera sorpresa, un señor en medio del camino y una casa de madera y material reciclado sobre dos Palmeras, en la que habitaban hasta niños. Si esto me lo cuentan a mi, no lo creo. Aquí no sabemos si el señor nos desvió del camino, pero al llegar al fondo del barranco, segunda sorpresa, por el barranco corría el agua y de forma considerable. Ya de aquí no podíamos avanzar mucho más porque la población de cañas existentes no nos dejaba ver por donde seguir, pero las voces que aun seguían nos decían a la izquierda a la izquierda, y nosotros dando vueltas sobre nosotros mismos, hasta que el de las voces decidió bajar y hacer de sherpa. Seguimos al sherpa pensando que era un pequeño tramo de mucha vegetación, pero fue la verdadera aventura. Una vez pasado el tramo de cañas abundantes nuestro sherpa nos comenta que nos tenemos que quitar el calzado para seguir por el agua, porque esta se volvía un poco profunda, todos con cara de sorpresa, (la tercera) pero le hicimos caso y lo seguimos. Que agua tan fría Dios mío, ni la de la piscina de agua fría de los spa, y os aseguro que no exagero. Después de este tramo nos volvemos a poner el calzado y continuamos el trayecto, con alguna roca que otra costosa de bajar pero sin ningún problema. Pero no os engañéis como nosotros pensando que lo difícil había acabado, no había echo más que empezar. Volvemos a encontrarnos con otra zona llena de cañas en la que existía una especie de túnel por el que el sherpa nos dijo que teníamos que pasar a gatas, y como el sherpa pasó nosotros también, cada uno con su diferente estilo para reptar, ya era la cuarta sorpresa. Pasado el túnel ya nos animamos y le preguntamos el nombre al Sherpa. Iván nuestro guía que procedía de La Paterna y se había prestado a acompañarnos para darse un baño aguas abajo. Pero no se había acabado la aventura, alguna que otra roca alta, algún resbalón- caída y llego lo peor, teníamos que pasar por una especie de desfiladero en la que solo podíamos pasar de lado y solo había hueco para un pie. Dios mío y si nos caemos aquí, solo serían unos metros pero quien nos iba a sacar después de allí. A la Lugarteniente, que es un poco ñanga para las alturas, le empezaron a temblar las piernas, (parecía Quique Tembleque) esta sorpresa fue la peor. La sexta sorpresa fue la forma en la que tuvimos que bajar del desfiladero, deslizándonos con el traserillo ayudados de manos y pies para bajar la pared de mucha pendiente.Ya aquí nos relajamos e incluso volvimos a sacar las cámaras para hacer fotos. Se forman unas charcas preciosas, en una de ellas se baño Iván, aunque por sus voces debía estar algo fría el agua. El final del tramo es uno de los más concurridos que nos hemos encontrado, había mucha gente haciendo escalada, os recomiendo que visitéis el lugar, podéis hacer el camino al revés hasta las charcas, subiendo desde la presa de Sorrueda como lo hacen los escaladores (camino fácil), aunque ahora que conocemos la ruta, también os recomiendo que preguntéis por Iván, ya sabéis nuestro Sherpa, y lo ayudéis un poco, que por tener esta pequeña aventura en otros sitios hubiésemos tenido que pagar un pastón.
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